Las mujeres recolectaron, despellejaron y limpiaron, ellas prepararon siempre el condumio y ellas fueron las encargadas de velar por la salud de la familia, ya fuese a través de cuidados médicos o de la elección de la dieta.
En la Biblioteca Palatina de Parma (Italia). se encuentra un curioso manuscrito castellano que lleva el título de ‘Manual de mugeres en el qual se contienen muchas y diversas reçeutas muy buenas’ y fue compilado probablemente entre 1475 y mediados del siglo XVI.
Una de ellas: Tomad una olla y poned al suelo de ella una escudilla boca abajo. Y echo dentro diez y ocho onzas de sebo de cabrón o de carnero que sea de la riñonada, y una docena o más de cebollas cortadas en cuartos. Y ponedla al fuego, sea el fuego de carbón, y cueza una hora o más. Haced pedazos tres libras de cabrón, que sea de lomo y del pecho, y otras tres de carnero. Y hechas pedazos, echareislo todo junto en la olla y cocerá hasta que esté descocida.Pondréis con ellos unos pocos de garbanzos remojados y la sal que fuere menester. Y como sea cocida, poned en ella muchas especias de clavos, y canela y un poco de alcaravea. Y esto haréis cuando lo queráis gustar.
Autora: Ana Vega Pérez de Arlucea
Fuente: https://www.lasprovincias.es